viernes, 25 de noviembre de 2011

asomAROs

JUST CLICK!!

Cuenta la historia, que en uno de
 los otoños más lluviosos de Sevilla, bajo una de sus
tormentosas noches, empezó un curioso proyecto.
Una anciana solitaria y sin hogar vagabundeaba cerca de la orilla
del Guadalquivir cobijándose bajo los escasos árboles que encontraba.
Cuando al alzar la vista se topó con un edificio viejo y  abandonado impregnado
de  una espléndida vida anterior. La anciana decidió entrar hasta que pasase la tormenta, pero para su sorpresa, en su interior, junto a la pared, se hallaba una antigua locomotora cubierta de andrajosas enredaderas. Al acercarse descubrió entre las hiedras un vagón que con la locomotora formaban parte de un antiguo tren.
Quitó las enredaderas que lo cubrían todo y decidió pasar la noche en uno de los cómodos asientos del coche.
Al amanecer volvió a pasear por la orilla del Guadalquivir pero con un
 radiante sol y se enamoró de las mañanas tardes y atardeceres de aquel mágico lugar.
Desde entonces la anciana pasó el resto de sus días en a la vieja y olvidada
 locomotora con un solo vagón descubriendo la belleza del río y su alrededor.
Todos los días cargaba diferentes objetos y materiales que encontraba en la estación hasta el río, luego formaba un aro con ellos para así enmarcar cada día una vista diferente, desde distintas alturas y aprovechando la topografía del pequeño valle que llega a la orilla.
De esta forma recordaría que un lugar puede cambiar
 dependiendo de cómo, cuando y desde donde lo mires.



viernes, 18 de noviembre de 2011